El 18 de septiembre de 2024, la comunidad cristiana conmemora a varios santos cuyas vidas y actos de fe han dejado una huella imborrable en la historia de la Iglesia. En esta fecha, destaca especialmente la figura de San José de Cupertino, un fraile franciscano italiano conocido por su extraordinaria piedad y su capacidad de levitar durante sus éxtasis y oraciones.
José Cupertino nació en 1603 en Copertino, Italia, en el seno de una familia humilde. Desde joven, mostró una profunda devoción religiosa, lo que lo llevó a ingresar en la orden de los franciscanos. Al principio, fue admitido en los frailes Conventuales, pero más tarde se trasladó a los Observantes. Fue su vida ascética, su devoción a la oración y su asombroso don de levitación lo que atrajo la atención de muchos, tanto seguidores como escépticos.
Su habilidad para levitar fue documentada en numerosas ocasiones, especialmente durante momentos de intensa oración. Estos episodios no solo incrementaron su fama, sino que también le acarrearon problemas, ya que algunos lo consideraban sospechoso. El cambio de actitudes hacia sus habilidades lo llevó, en ciertos momentos, a ser encarcelado. Sin embargo, su santidad y dedicación a la fe fueron finalmente reconocidas y, en 1767, fue canonizado como santo por la Iglesia Católica.
Además de San José de Cupertino, el 18 de septiembre también se recuerda a otros importantes santos y mártires:
La vida y las contribuciones de estos santos han dejado un impacto significativo en la tradición cristiana. San José de Cupertino nos muestra el poder transformador de una fe profunda y auténtica. Su dedicación y sus dones extraordinarios sirven como recordatorio de la recompensa espiritual que espera a quienes viven con una devoción sincera.
Por otro lado, la historia de San Eustaquio subraya la fe y el sacrificio en tiempos de persecución, un testimonio de la fuerza del espíritu humano ante la adversidad. Mientras tanto, el legado de San Metodio en la cristianización de los eslavos continúa resonando, dejando una herencia cultural y lingüística que aún perdura.
La conmemoración de los santos el 18 de septiembre no solo celebra las vidas de San José de Cupertino, San Eustaquio y San Metodio, sino que también nos invita a reflexionar sobre el impacto duradero de sus actos de fe y dedicación. En un mundo en constante cambio, su ejemplo de devoción y sacrificio sigue siendo una fuente de inspiración para muchos fieles.
A medida que los fieles de todo el mundo recuerdan a estos santos en este día, se refleja una vez más la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que han entregado sus vidas al servicio de la fe. Sus historias no son solo relatos del pasado, sino lecciones atemporales de piedad, perseverancia y amor incondicional hacia los demás.