El duelo entre Universitario de Deportes y Palmeiras en los octavos de final de la Copa Libertadores 2025 se convirtió en una clase magistral de cómo el peso del fútbol brasileño sigue superando al de la mayoría de sus vecinos sudamericanos.
Primer partido: una derrota rotunda en el Monumental
El martes 15 de agosto, el Estadio Monumental de Lima se llenó de esperanza peruana, pero la realidad llegó temprano. Los mercados de apuestas ya mostraban a Universitario como un claro desvalido, con solo un 19,05 % de probabilidad de victoria, mientras que Palmeiras cotizaba a 55,56 % y el empate rondaba el 27 %.
Abel Ferreira, técnico del Palmeiras, no tardó en imponer su estilo. Cuatro goles en la primera mitad dejaron sin opciones al equipo local. Los ataques de Gabriel Veron, Dudu y Rony fueron letales, y la defensa peruana se vio superada en velocidad y organización.
El resultado no solo selló la eliminación, sino que además extendió la racha ganadora del brasileño a siete partidos consecutivos en la competición. En seis de esos encuentros, el equipo marcó al menos dos goles, y su muro defensivo mantuvo la portería invicta en cinco de los últimos seis partidos antes del choque.

Vuelta en São Paulo: el sueño se desvanece
Una semana después, el Allianz Stadium de São Paulo recibió a un Universitario que necesitaba una hazaña histórica: revertir un 4-0. Las casas de apuestas ya ajustaban sus cuotas, ofreciendo apenas un 18 % de probabilidades para que el visitante lograra una victoria fuera de casa.
Palmeiras, con un récord de 24 partidos invictos en casa en la Copa Libertadores (15 victorias y 9 empates), mostró por qué es temido. El juego se volvió una ocupación táctica; el equipo brasileño controló la posesión, cerró los espacios y evitó cualquier surto de los peruanos.
El marcador final fue 0-0, y el agregado quedó 4-0 a favor del Palmeiras. La falta de goles de Universitario evidenció la diferencia de calidad y recursos entre ambos lados. El brasileño no sufrió su primera derrota de peso desde 1995 en la Copa Libertadores, y su única derrota en los últimos 26 partidos fue por un margen mínimo.
Los fanáticos peruanos, aunque decepcionados, reconocieron la hazaña de llegar a octavos de final. Por su parte, los analistas deportivos resaltaron que el encuentro subrayó la brecha estructural entre el fútbol brasileño y el peruano a nivel continental.
En resumen, el choque dejó claro que, mientras Universitario logró su credencial, Palmeiras confirmó su posición como uno de los clubes más sólidos y consistentes de Sudamérica en la actualidad.