En el siglo III, la Roma antigua veía surgir una tradición que marcaría siglos de celebraciones en honor al amor. San Valentín fue un sacerdote cristiano que desafió la orden del emperador Claudio II, quien prohibió el matrimonio entre jóvenes soldados argumentando que los solteros eran más entregados en el campo de batalla. San Valentín desobedeció estas órdenes y casó secretamente a las parejas, lo que le valió su ejecución el 14 de febrero del año 270 d.C.
La leyenda también relata que San Valentín hizo un milagro antes de morir: devolvió la vista a la hija ciega de su carcelero y le escribió una nota de despedida que firmó como 'De tu Valentín'. Esta narrativa romántica impregna la celebración moderna de la festividad.
En el año 496 d.C., buscando suplantar la celebración pagana de la Lupercalia, el Papa Gelasio I transformó el 14 de febrero en un día dedicado a San Valentín. Inicialmente se rendía homenaje al martirio del santo, pero con el tiempo, la celebración se fusionó con las tradiciones del amor cortés. Fue Geoffrey Chaucer, con su poema del siglo XIV *Parlement of Foules*, quien popularizó la conexión entre el Día de San Valentín y el amor romántico.
El siglo XIX trajo consigo una comercialización masiva de la celebración en Reino Unido, y poco después en Estados Unidos, donde Esther A. Howland revolucionó la industria al diseñar tarjetas temáticas que se volvieron emblemáticas del espíritu del día.
Día de San Valentín se ha adaptado a los tiempos modernos, manteniéndose como un evento de consumo global, a pesar de haber perdido su estatus litúrgico en 1965. En diversos países, las tradiciones locales le dan un sabor particular a la fecha. En Estados Unidos y Reino Unido, el intercambio de tarjetas y las cenas románticas dominan el ambiente. Francia y Alemania ponen un gran énfasis en gestos simbólicos y comidas románticas.
Por su parte, en Italia y España, se combinan festivales tradicionales con costumbres modernas, a menudo escenificando antiguas bodas como las de San Valentín. En América Latina, la celebración del *Día del Amor y la Amistad* abarca no solo el amor romántico, sino también el amor platónico, fortaleciendo lazos entre amigos y familiares.
Asia ha añadido una vuelta interesante a la festividad: en Japón y Corea del Sur, se realiza una celebración doble. Las mujeres obsequian chocolates a los hombres el 14 de febrero, y los hombres hacen lo propio el 14 de marzo, en el conocido 'Día Blanco'.
El Día de San Valentín ilustra cómo una tradición puede evolucionar a lo largo de los siglos, adaptándose a diferentes culturas mientras mantiene su esencia: celebrar el amor en todas sus formas.